Las experiencias que logran impactarnos, como seres humanos, cada vez están más enfocadas en la satisfacción que le puede generar al usuario la facilidad de participar y hacerse parte del proceso según sus necesidades específicas ya que el usuario tiene la necesidad de fluir con el proceso, y ahí es donde aparece el Machine Learning, para automatizar la manera en que consumimos contenidos.
Para entender el funcionamiento del Machine Learning, partamos de una referencia biológica: nuestros cuerpos, o específicamente nuestro cerebro, el cual dentro de sus múltiples funciones tiene la tarea de almacenar cierta información para luego utilizarla en otra situación similar o completamente nueva con el objetivo de establecer puntos de relación entre ambas situaciones (la pasada y la nueva) y así, poder “predecir ciertos datos que le permiten generar reacciones o acciones.
Así mismo funciona el Machine Learning o aprendizaje automatizado. Los ordenadores almacenan información para identificar patrones de comportamientos y así, predecir algunas acciones específicas sin necesidad de ser programados para realizar las mismas. Esta rama de la inteligencia artificial existe en más de una de las acciones que nos permiten tener una vida fácil y ágil; las plataformas de Streaming como Netflix o Spotify, por ejemplo, utilizan este proceso para identificar patrones de consumo y poder recomendar o promocionar los diferentes contenidos, de esta manera el consumo se convierte en algo mucho más individual.
Dicho esto, nos podríamos preguntar: ¿el “aprendizaje de las máquinas” cómo impacta en el aprendizaje de los seres humanos?
El Machine Learning puede contribuir en los procesos y estrategias del E-learning de la siguiente manera:
Referencias:
