Todos tenemos formas muy diferentes de ver, escuchar y sentir la vida; de ahí parte nuestro comportamiento, nuestra manera de pensar, sentir y claro, aprender. En este artículo descubrirás los estilos de personalidad en el aprendizaje que marcan la manera en la que nos conectamos con el conocimiento que queremos aprender.
Un “estilo de personalidad en el aprendizaje” es la forma en la que adquirimos y procesamos información a través de nuestros sentidos y los estímulos que estos reciben con mayor preferencia. Es decir, la forma en la que cada uno de nosotros prefiere aprender según nuestras características personales, afectivas y fisiológicas.
A continuación, descubre cuáles son los estilos de aprendizaje y sus principales características.
Visual
Si construyes tus pensamientos y recuerdos a partir de imágenes, formas, colores, palabras, mapas, dibujos o modelos; eres una persona observadora que tiene una preferencia a aprender a través de estímulos visuales.
Auditivo
Si le das prioridad a los sonidos que hacen los animales, a lo que dice el locutor en la radio, entiendes qué pasa en una película con tan solo escuchar sus diálogos y después de mucho tiempo los recuerdas, si para memorizar datos o conceptos los repetir en voz alta; eres una persona que aprende a través de sonidos; eres auditivo.
Kinestésico
Si todo lo quieres tocar, te gustan los abrazos, buscas siempre experiencias que te emocionen, te gusta jugar y estar en constante movimiento, te aburres si no estás realizando actividades dinámicas, pues, eres una persona que aprende a través de sensaciones; de lo que sientes al experimentar con las cosas a tu alrededor.
Estos estilos de personalidad no son excluyentes el uno del otro; entre ellos complementan y así, construyen las formas y metodologías individuales de aprendizaje. Sin embargo, siempre hay uno con más predominancia; descubrir cuál es puede contribuir a una mejor experiencia de autoaprendizaje.
En próximas entradas estaremos profundizando acerca de cada uno de estos estilos de personalidad en el aprendizaje y cómo se pueden potencializar para lograr procesos de aprendizaje más efectivos.
Tú, ¿ya identificaste cuál es el tuyo?
