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El pensamiento estratégico en las áreas de formación


En entradas anteriores hemos hablado de cómo podemos lograr, desde los procesos de formación, contribuir al logro de los objetivos estratégicos de la organización. Hoy, queremos retomar el tema y profundizar un poco sobre el "pensamiento estratégico" en las organizaciones.

El pensamiento estratégico es la necesidad constante de pensar, reflexionar y analizar en aras de tomar decisiones que permitan una visibilidad, crecimiento y sostenibilidad de las organizaciones tanto en el presente como en el futuro, adaptándose así al mercado.

Sería incorrecto pensar que este tipo de pensamiento es exclusivo de los altos mandos. Si bien, esta es una de las aptitudes que se requiere para los cargos gerenciales o directivos ya que son estos quienes toman las decisiones trascendentales para una organización; es importante que sus equipos también compartan esta habilidad para seguir una visión clara de lo que se quiere lograr a través de las decisiones estratégicas que tomen según sus respectivas funciones.

¿Cómo contribuye la formación de nuestros colaboradores en el desarrollo del pensamiento estratégico?

Simple, la formación contribuye al desarrollo de habilidades laborales; esto lo tenemos claro, pero es labor de las áreas de formación propiciar los espacios y recursos para que se desarrolle dicha habilidad, es por esto que insistimos en que estas áreas cada vez tienen un factor más decisivo y crucial para el desarrollo de procesos que contribuyan al logro de objetivo o visiones del negocio.

Aquí te compartimos algunos insights que pueden orientar el camino de la formación para el desarrollo del pensamiento estratégico en las organizaciones.

  1. Como ya lo mencionamos, las áreas de formación deben salir de la zona operativa para ser más estratégicas en sus funciones y tener así, la visión de qué tipo de procesos y recursos serán ideales para el desarrollo de habilidades enfocadas en pensar de manera estratégica.

  2. Según lo anterior, la correcta construcción de un plan de formación es crucial para el desarrollo del pensamiento estratégico en los colaboradores. Enfocarnos en temáticas sobre la toma de decisiones, el manejo del tiempo y habilidades blandas puede ser una manera de sembrar la semilla para generar un cambio en la manera en que las personas perciben el entorno laboral y generan un cambio de acciones que desembocan en la construcción de pensamientos cargados de estrategias.

  3. No podemos confundir pensamiento estratégico con planeación estratégica. Si bien el segundo puede ser resultado del primero y que ambos tienen un enfoque estratégico, el pensamiento no tiene el limitante de fechas, plazos, presupuestos; solo genera nuevos caminos para poder elegir el indicado en el futuro.

De esta forma, el pensamiento estratégico, cultiva y promueve la creatividad si se convierte en una aptitud colectiva.

Luego de investigar y escribir este artículo, queremos proponerte un reto: que nos cuentes a través de nuestras redes ¿cómo podrías lograr el desarrollo del pensamiento estratégico en las organizaciones?

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