Las marcas y organizaciones hoy en día tienen un reto aún mayor que en los años anteriores, gracias a la inmediatez en la que se transmite la información (noticias, educación, novedades, hallazgos, entre otros), millones de ojos están puestos en sus movimientos, cualquier usuario o consumidor de marca se convierte en un legitimador o crítico, en solo cuestión de segundos.
Si alguna marca decide implementar el e-learning en su portafolio (interno o externo), es importante que sea de manera correcta, con expertos en el tema y la estructura adecuada para cada empresa. Ejemplo: un adecuado curso virtual, puede garantizar una excelente capacitación para empleados, ahorrando tiempo y dinero en conferencias extensas que no garantizan una efectiva retroalimentación entre emisor y locutor.
Por otro lado, si el curso no se hace lineal y además tiene la información y estructura incorrecta, puede generar ruido y confusiones entre los empleados, el público más importante para una empresa (desde mi punto de vista). Los empleados felices y preparados correctamente, se convierten en los mejores legitimadores de marca.
Desde otro ángulo, si el curso virtual es para público externo, se podría casi garantizar ventas de productos o servicios sin necesidad de reuniones en otras compañías, almacenes, incluso en otros países. O también existe la posibilidad de compartir experiencia y aprendizaje de empresa a empresa, reforzando lazos y relacionamientos en el mercado. Todo es posible en la web 2.0.
Las marcas deben adaptarse al avance tecnológico y comercial, saber hacer las cosas con los recursos adecuados, puede facilitar la industria, ya que nos encontramos en la era de la inmediatez. Arriesgarse a explorar nuevas plataformas, servicios de aprendizaje y ventas, puede ser ese paso adelante que necesitan las compañías para crecer.
Escrito por:
Manuela Buitrago Roldán
Diseñadora
Koideas