La nutrición y el ejercicio han sido pilares para el autocuidado y el bienestar humano, ya que según dicen por ahí: “somos lo que comemos y hacemos”. Lo cierto es que la frase tiene demasiada relevancia para el funcionamiento de nuestros cuerpos y el proceso energético que este lleva a cabo para ejecutar acciones de la vida diaria, sin embargo, "quienes somos" está compuesto por otros aspectos importantes que también requieren nutrición y ejercicio.
En los últimos años el término “Digital nutrition” -o nutrición digital- ha tomado fuerza en la consciencia colectiva, especialmente luego de que los chips de consumo y vida en general, recibieron una decodificación forzada gracias al COVID-19.
El término no indica algo referente a la nutrición de nuestros cuerpos, pero sí habla sobre un tema complementario: la nutrición de nuestra mente o cerebro. El contenido que consumimos a través de plataformas digitales puede ser un factor importante que influya en nuestras acciones, pensamientos y emociones diarias.
La nutrición digital se encarga de identificar los contenidos que le aportan a nuestra actividad mental una serie de emociones positivas como la felicidad, la calma, la motivación, entre otras, para generar planes o rutas de consumo que puedan ser más provechosas para nuestra salud mental, emocional, nuestra creativa y procesos mentales en general.
El aprendizaje, siendo nuestro propósito principal, es uno de los “alimentos” con mayor contenido nutricional; sea contenido netamente formativo o de valor planteado desde una estrategia de marca, los recursos de aprendizaje tienen como principal objetivo nutrir el cerebro con información que genere nuevas conexiones neuronales y así, se expandan los recursos de conocimiento que cada persona almacena.
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